El Trastorno del espectro del autismo (TEA) se caracteriza por presentar diversos grados de dificultad en la interacción y la comunicación social, así como por la tendencia a realizar conductas repetitivas. Hasta un 40% de las personas con Trastorno del espectro del autismo tienen una capacidad intelectual igual o superior a la media. Las personas con un alto funcionamiento intelectual, tienden a sufrir menos problemas de adaptación social, pero, en otros, los síntomas pueden ser más graves y no llegar a desarrollar el lenguaje o mostrar conductas repetitivas que interfieren en la vida cotidiana.

Síntomas o signos del Trastorno del espectro del autismo (TEA)

Dificultades en la interacción social en el Trastorno del Espectro del Autismo
Los niños y niñas con desarrollo normal, son sociales por naturaleza. Suelen mirar a la cara, mostrar interés por las voces, coger los dedos, incluso sonreir desde los 2 o 3 meses de vida. Por el contrario, la mayoría de los niños con un Trastorno del Espectro del Autismo tienen dificultades en las interacciones habituales. Así, a los 8-10 meses, suelen tener menos interés en las personas, responden menos a su nombre y no balbucean. Más adelante, suelen tener dificultades en los juegos sociales, no imitan a otros y prefieren jugar solos. Tanto los niños como los adultos con autismo, tienen dificultades para interpretar lo que los demás piensan o sienten. Esta dificultad para ver las cosas desde el punto de vista del otro puede interferir con su capacidad para predecir o comprender las acciones de los demás. También presentan dificultades para regular las emociones y pueden tener conductas agresivas.

Dificultades en la comunicación en el Trastorno del Espectro del Autismo
A los 3 años la mayoría de niños ya pueden crear frases y han superado todos los objetivos del desarrollo del lenguaje. Así, es esperable que antes de los 12 meses los niños balbuceen, y que al año usen una o dos palabras. También, suelen mostrar expresiones o verbalizaciones de desagrado cuando se les ofrece algo que no les gusta o no quieren.
En el trastorno del espectro del autismo aparece un retraso en el desarrollo del lenguaje y el uso de gestos para comunicarse. En la mayoría de los casos el lenguaje tarda más en desarrollarse y los niños no empiezan a hablar hasta más tarde de lo que se espera, y este aparece con características peculiares. También es posible que desarrollen un vocabulario muy rico y que hablen insistentemente de sus temas favoritos, pero sin dar oportunidades a los demás para comentar o intervenir. Los niños y niñas con autismo tienen dificultades para comprender el lenguaje corporal y les cuesta comprender la ironía o el sarcasmo.

Conductas repetitivas en el Trastorno del Espectro del Autismo
En los Trastornos del espectro del Autismo (TEA) aparecen conductas repetitivas inusuales como son los movimientos de las manos en forma de aleteo, balanceos, saltos en el lugar, dar vueltas sobre sí mismo o alrededor de objetos, correr por el pasillo arriba y abajo, una y otra vez. Otras conductas repetitivas pueden ser colocar objetos de una manera determinada, repetir sonidos, palabras o frases.
También es frecuente en los niños con autismo la afección a la rutina en la mayoría de las actividades de la vida cotidiana, por lo que cualquier pequeño cambio puede ser muy estresante y desencadenar alteraciones en la conducta.
Es frecuente el interés excesivo en los números, símbolos, horarios, fechas, recorridos de transportes o temas científicos.