El trastorno por uso de sustancias en la adolescencia ocasiona graves consecuencias en el joven y en su entorno. Durante la adolescencia, las personas son altamente vulnerables a realizar conductas de riesgo relacionadas con el consumo de tabaco, alcohol, marihuana y otras drogas. Los primeros contactos con las drogas legales, tabaco y alcohol, se llevan a cabo habitualmente durante la primera etapa de la adolescencia (12/14 años). En algunos casos, los jóvenes se iniciarán, más adelante, en el consumo de sustancias ilegales. 

Los adolescentes a menudo tienen la sensación de que son inmunes al peligro. Priorizan la gratificación inmediata aunque en el futuro pueda haber consecuencias negativas. Tienen una gran curiosidad por experimentar nuevas vivencias estimulantes y arriesgadas. Estos rasgos propios de la edad pueden explicar la vulnerabilidad de los adolescentes para iniciarse en el consumo de las drogas.

Las drogas más consumidas por los jóvenes de entre 14-18 años son las legales (alcohol y tabaco), seguidas del cannabis y los hipnosedantes. Se observan diferencias en el consumo de sustancias entre hombres y mujeres. La edad media de inicio del consumo se sitúa entre los 13-16 años. Desde que un adolescente se pone por primera vez en contacto con las diferentes sustancias hasta que se desarrolla un problema de adicción hay una serie de cambios en relación a las motivaciones para consumir y en la interiorización de estos consumos en los hábitos de vida.

• A veces el consumo de la sustancia es experimental, se consume en un momento puntual por curiosidad, presión del grupo de iguales o debido a la atracción por lo prohibido y puede que no se repita.
• Cuando se repite el consumo pero no hay una periodicidad fija y se dan largas temporadas sin consumo hablamos de un consumo ocasional.
• Un consumo habitual supone hacer uso de la sustancia con frecuencia tanto en grupo como individualmente, siendo el consumidor conocedor de los efectos que provoca la droga cuando se consume a medio plazo. En el momento que la persona necesita la sustancia y su vida gira en torno al consumo y de sus consecuencias hablamos de una drogodependencia. En este momento se consume más cantidad y durante un periodo de tiempo más largo. El adolescente pasa gran parte del tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la sustancia y su consumo. Aparecen síntomas de abstinencia cuando la persona no está bajo los efectos de las drogas impidiendo el desarrollo de sus tareas u obligaciones.

Para prevenir la aparición del consumo de drogas en la adolescencia hay que promover estrategias que fomenten el desarrollo de factores de protección , como la capacidad crítica, las habilidades sociales y de comunicación o la resistencia a la presión del grupo de iguales.