El retraso en el desarrollo o retraso madurativo hace referencia a un retraso en dos o más áreas del desarrollo del niño como pueden ser el lenguaje, la motricidad fina o gruesa, el desarrollo personal y social, y el comportamiento adaptativo. El retraso en el desarrollo es un diagnóstico que se aplica a niños menores de 5 años. El retraso en las habilidades debe ser evidente respecto a las habilidades esperadas para su edad y puede tener diversas causas (genéticas, complicaciones en el nacimiento, infecciones, etc.) pero pueden ser también de etiología desconocida. Hay que tener en cuenta que durante el desarrollo infantil los niños también pueden experimentar retrasos en una sola área, como puede ser el lenguaje. Es importante diferenciar estos retrasos específicos de un retraso más global y generalizado en la mayoría de hitos del desarrollo.

¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS QUE PODEMOS OBSERVAR EN UN RETRASO EN EL DESARROLLO?

• No hay presencia de signos característicos o anormales. Los hitos madurativos pueden realizarse en la secuencia esperada, aunque de forma más lenta. Su comportamiento es más parecido al de un niño más pequeño que no al correspondiente a su edad cronològica.
• Les resulta difícil la formación de conceptos, el establecimiento de categorías, las clasificaciones y las relaciones entre los objetos o los hechos.
• El nivel de motivación hacia las actividad puede verse afectado por una insuficiente comprensión verbal, por dificultades en la atención o por la propia dificultad de la tarea que se les propone.
• Suelen presentar retraso en sus estrategias para la reorganización y entendimiento de las demandas del entorno social, mantenimiento y dirección de la atención, organización de la información y adaptación de la conducta

Con una precoz y adecuada estimulación, muchos niños adoptan unas pautas evolutivas y un ritmo similar a los niños de su edad. No obstante, en otros casos, el retraso madurativo persiste provocando una discapacidad intelectual en edades futuras.