Señales de alerta de los trastornos de ansiedad
Las personas, a lo largo de nuestra vida, adquirimos conciencia de aquellas situaciones que nos generan estados de angustia, estrés, ansiedad o tristeza. Estas emociones son experiencias normales en la vida de las personas y no las hemos de interpretar como un problema o una patología. De hecho, en ciertas situaciones críticas como cuando nos toca vivir situaciones de amenaza o de pérdida, la reacción normal es responder con ansiedad o tristeza.
Sin embargo, algunas veces nuestra respuesta parece desbordarse y este sufrimiento crece demasiado, alimentándose con pensamientos que anticipan el futuro o de nostalgia y pena por el pasado. Los seres humanos tenemos una gran capacidad tanto para anticipar hechos como para rememorar acontecimientos pasados y esta capacidad nos tiene que ayudar a aprender de las experiencias y organizar o planificar el futuro.
Cuando los pensamientos nos hacen percibir amenazas inexistentes y / o sentir miedo ante posibles pérdidas, como por ejemplo miedo a perder un cierto estatus profesional o a perder la estima de algunas personas, así como sufrimiento por miedo a sentirnos en ridículo o avergonzados por cosas que consideramos que no serán aceptadas por los demás, entonces hay que detenerse a observar si estamos viviendo las situaciones de una forma adecuada o patológica.
La ansiedad, en ciertos aspectos y en un bajo nivel, permite a las personas responder ante las demandas externas, pero una ansiedad desmedida provocará un bloqueo en los mecanismos psicológicos que permiten afrontar las situaciones de una manera adecuada. Si esta ansiedad, además, perdura en el tiempo, acabará generando respuestas de tristeza, impotencia, incapacidad e, incluso, es posible que derive en un estado depresivo.
SÍNTOMAS DE ANSIEDAD QUE NOS PUEDEN AYUDAR
A IDENTIFICAR QUÉ NOS PASA
- Sensación de cansancio mental.
- Dispersión o dificultades de concentración.
- Sensación de no poder responder adecuadamente a los requerimientos externos, como el trabajo o las obligaciones familiares, como si todo lo que se debe hacer fuera más difícil cada dia.
- Pérdida de intereses por las cosas que antes nos motivaban.
- Sensación de estar menudo de mal humor.
- Intolerancia, o ganas de protestar por cualquier cosa.
- Insomnio de conciliación.
- Angustia ante la incerteza.
- Pensamientos reiterados en torno al tema que nos preocupa sin poder dejar de pensar y a menudo con la conciencia de que seguir pensando no nos ayudará a resolver nada.
Estos indicadores pueden estar o no relacionados con un problema de ansiedad que sea necesario tratar pero son indicadores de que, además de estar pasándolo mal, probablemente la persona presenta alguna respuesta que la supera. Posiblemente, si nos encontramos en esta situación, es el momento de parar y hacer algo que nos ayude:
- Concederse un tiempo de tranquilidad y de relajación diario.
- Dedicar unos días de vacaciones en caso de que sea posible.
- Hablar con alguna persona que nos escuche y nos pueda ayudar.
- Involucrarse en alguna actividad de ocio o social.
- Hacer ejercicio físic.
- Etc.
Es importante comprometerse con uno mismo para cumplir con cualquiera de las actividades que nos hemos propuesto llevar a cabo para cuidar de nuestro estado emocional.
SÍNTOMAS DE ANSIEDAD QUE PUEDEN INDICAR PATOLOGÍA
Hay que estar especialmente atentos a estos indicadores, sobre todo si estos se mantienen a lo largo del tiempo y si aparece la sensación de no poder salir de esta situación:
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Somatizaciones como: taquicardias, dificultades respiratorias, sensación de nudo en el estómago, mareos, dolor de cabeza o dolores generalizados del cuerpo.
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Insomnio de mantenimiento o despertar precoz.
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Sensación de tristeza gran parte del tiempo.
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Dificultad para disfrutar de las cosas que antes nos gustaban.
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Afectación en el apetito por exceso o por defecto.
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Pérdida de peso o aumento de peso.
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Ganas de llorar, con llantos o sin ellos.
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Visión de la vida y del futuro catastrofista.
En esta situación es probable que necesitemos ayuda externa de un profesional de la salud mental que pueda diagnosticar y ayudar a tratar el estado emocional afectado.
CÓMO SUPERAR LA ANSIEDAD
En todos los casos donde la persona detecte síntomas de ansiedad y malestar emocional y decida buscar ayuda profesional será imprescindible hacer un diagnóstico experto, adecuado y personalizado para determinar el mejor tratamiento. Este puede abordarse desde el ámbito farmacológico pero también, y especialmente, desde el aspecto cognitivo - conductual.
El tratamiento farmacológico se dirige a tratar la situación crítica y permite que la persona afectada se encuentre, poco a poco, en condiciones de afrontar mejor su recuperación y terapia psicológica.
Con el tratamiento cognitivo-conductual la atención se dirige a tomar conciencia del estilo de pensamiento y, especialmente, a diferenciar la causa del sufrimiento para poder hacer una valoración más objetiva .
Conductualmente, el profesional es capaz de ayudar al paciente a cuidar de sí mismo y desarrollar actividades que le serán beneficiosas y le harán sentir mejor, sabiendo que esto será un aspecto indispensable para la curación y para poder cuidar de los demás.
ANSIEDAD A CAUSA DE LA SITUACIÓN ACTUAL POR COVID-19
En estos meses de pandemia, tanto durante el confinamiento como en la situación actual, donde continúa la incertidumbre respecto al futuro, el miedo al contagio y la amenaza de enfermedad, muchas personas han experimentado síntomas de ansiedad. Posiblemente en muchos casos, estos han sido de forma no patológica, pero en otros casos podrá haber sido el desencadenante de algún trastorno.
La pandemia es una situación excepcional que pone a prueba cada día a la población y que, seguramente, todavía durará un tiempo, por lo que mantener una visión ecuánime nos permitirá mantener la estabilidad emocional que tanto necesitamos en condiciones normales pero muy especialmente cuando vivimos situaciones estresantes.