Trastorno negativista desafiante
En un caso de trastorno negativista desafiante encontramos un patrón repetitivo de vulneración de las normas sociales y los derechos de los demás. Aparecen comportamientos como la desobediencia, conflictos con los adultos o la autoridad, conductas de agresión hacia personas o animales, destrucción de propiedades, robos o engaños, absentismo escolar o fugas del hogar.
Los niños o jóvenes con trastorno negativista desafiante tienen un comportamiento irascible, con desobediencia a las figuras de autoridad. Tienden a perder la calma fácilmente y discuten con frecuencia. De estos comportamientos suelen culpar a los demás. Es muestra de una clara dificultad en la regulación de las emociones y la conducta, a menudo acompañada de impulsividad y dificultades para prever las consecuencias de sus actos.
En los casos de trastorno negativista desafiante, habrá que proporcionar a la persona estrategias de autocontrol conductual y emocional, ayudándola a mejorar la tolerancia a la frustración y trabajando habilidades sociales para que pueda interaccionar correctamente con sus iguales. También son necesarias estrategias de solución de problemas interpersonales para que los jóvenes sean capaces de afrontar de una manera socialmente correcta las dificultades que puedan encontrar con los demás.
La colaboración de la familia y la escuela es fundamental para establecer un sistema de normas y consecuencias claro, concreto y predecible que ayude al niño o joven a regular su conducta, así como dar pautas de comunicación y de modificación de conducta que mejoren la interacción con el niño o joven en cada contexto. Hay que tener presente que los trastornos de conducta y el trastorno negativista desafiante pueden presentar otros trastornos comórbidos como el TDAH, depresión, ansiedad, trastornos del aprendizaje o abuso de sustancias, en los que se valorará si también es necesaria la intervención .
El entreno de las habilidades sociales va dirigido a niños y adolescentes que presentan dificultades en las relaciones interpersonales y en la gestión de diversas situaciones de tipo social, sea porque tienen algún trastorno que lo justifica, como un trastorno del espectro del autismo, o porque sus
En Guttmann Barcelona realizamos el tratamiento de los trastornos emocionales y conductuales, tanto en los adultos como en la infancia y la adolescencia, desde la perspectiva cognitiva-conductual, es decir, utilizando un enfoque pragmático centrado en los síntomas, basado en un método científico que
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