Tratamiento psicofarmacológico
La literatura científica nos demuestra que las alteraciones emocionales y de conducta tienen un sustrato biológico que bien las provocan y / o las mantienen. El funcionamiento normal o saludable del cerebro, está basado en un equilibrio bioquímico muy preciso, si bien es dinámico y complejo, de unos elementos nombrados neurotransmisores. La dopamina, la serotonina, el glutamato o la noradrenalina serían los más conocidos entre otros y sabemos que variando sus niveles o cambiando la sensibilidad de sus receptores neuronales, podemos conseguir, por ejemplo una mejora del estado de ánimo o una disminución de los pensamientos obsesivos.
Es lógico y adecuado que el tratamiento de estas dolencias incluya el tratamiento psicofarmacológico o el uso de medicamentos que cada vez con más agudeza y fiabilidad ayudan a corregir, mejorar e incluso a veces curar muchos de los síntomas. El repertorio de psicotrópicos o medicamentos que corrigen y mejoran la desregulación emocional, es muy amplio. Cada dolencia conlleva un abanico de opciones sea con ansiolíticos, antidepresivos, reguladores del humor, anti-psicóticos, hipnóticos, etc.
¿EN QUÉ CONSISTE EL TRATAMIENTO?
Antes de un tratamiento psicofarmacológico es necesario que un experto, médico psiquiatra o psico-farmacólogo, tras el diagnóstico haga una valoración de qué fármaco o combinación de medicamentos será el mas adecuado. Este es un proceso que tendrá en cuenta el estado general de salud del paciente, funciones cardio-respiratorias, hepáticas, renales, hormonales, tiroides, etc., así como posibles antecedentes de sensibilidad alérgica a algún componente farmacológico. También se registra si tiene hábitos tóxicos de alcoholismo o drogadicción que seguro alterarían los resultados esperados.
Una vez hecha esta valoración, se establece un plan de tratamiento que debe incluir una buena explicación del cómo y para qué sirve cada medicamento recetado y los posibles efectos secundarios que puede tener. Es lo que llamamos psico-educación. Está comprobado que cuanto más conocimiento tenga el enfermo del que toma, y de lo que puede pasar en caso de dejarlo bruscamente, más adherencia mostrará y mejores resultados obtendrá.
El tiempo de actuación de los fármacos hasta llegar a su eficacia, es muy variado según la severidad de la sintomatología a tratar y la naturaleza del propio medicamento, así que es muy importante tener esta información para ajustar expectativas y también tener paciencia y continuar tomando lo que nos han recetado cuando aún no vemos resultados. No es adecuado cambiar ni suspender un tratamiento farmacológico establecido sin antes consultar con el médico.